El precio de nuestros errores

Partamos de una premisa: hoy en día quién quiera vender servicios o aplicaciones basadas en Internet debe emplear el término Cloud. Si no eres Cloud, no estás, no existes.

En el mercado – al fin y al cabo nuestro objetivo – eso ha acabado generando dos efectos contraproducentes. Por un lado, el positivo, se ha evangelizado sobre el concepto Cloud y se han sentado las bases de lo que será el futuro de la tecnología en aplicaciones y centros de datos. Por el otro, el negativo, se ha generado una gran confusión en el cliente, un miedo, un recelo; a la pérdida de control y a pasar de lo tangible a lo intangible. Empresas que ni disponían de cortafuegos o cumplían con la LOPD ponen como principales trabas a migrar a este modelo cuestiones como la seguridad o la ubicación geográfica de sus bases de datos. Y es ese miedo, sobretodo, lo que dificulta más llegar al Cloud. Luego, cuando se supera, nos queda todo lo demás: el rendimiento, la seguridad, la disponibilidad, las comunicaciones y… el precio.

Para corregir esta situación, qué mejor que empezar por reconocer nuestros errores –los de todo el mercado-, por redefinir nuestros mensajes y dejar claros los conceptos. Los clientes y usuarios nos lo agradecerán.

El modelo Cloud
Las principales características de la Nube residen en la ubicación de los recursos, su flexibilidad, el autoservicio, la sustitución de los activos por servicios y, sobretodo, el pago por uso. La idea es sustituir compra (de hardware, software, proyectos, servicios, mantenimientos, soportes, …) por servicio. Puro y duro. Del estrictamente necesario y dimensionado a las necesidades de cada negocio. Es el fin del caballo grande, ande o no ande, o de las inversiones sorpresa para redimensionar una plataforma que se nos ha quedado pequeña debido a una mala planificación, el peor de los casos, o a un crecimiento no esperado del negocio, el mejor.

No todo es Cloud Computing…
… aunque casi todo puede formar parte de ello. Se vende como Cloud Computing infraestructura, servicios, software, seguridad, … Si se ajustan al modelo de pago por uso de los recursos necesarios, bienvenidos al circo. Eso sí, no podemos pretender que IaaS por si sola (Infraestructura como Servicio) es Cloud Computing, sino parte de lo que conforma Cloud. Lo mismo podemos decir de las aplicaciones, los sistemas y bases de datos, el servicio, etc., explotados bajo la misma modalidad. La suma de todos ellos sí es Cloud Computing.

La Nube llega para quedarse
La Nube llega para quedarse… pero los modelos actuales no están para irse. Cloud Computing (en sus diferentes modalidades) es el algunos negocios una alternativa al modelo tradicional, pero en muchos otros un complemento. Hay muchos servicios que precisan de movilidad, escalabilidad, flexibilidad, alta disponibilidad o muchas otras cosas acabadas en –dad. Otros muchos, y el futuro irá disminuyendo este porcentaje, siguen prestándose o necesitando actualmente de operativa local.

Comunicaciones
El soporte de todo. Sin unas buenas comunicaciones no podemos movernos a la nube. Y a día de hoy siguen dejando mucho que desear en muchas zonas. Mientras las empresas sigan dependiendo de, en el mejor de los casos, líneas asíncronas con poco ancho de banda y poca fiabilidad, hablar de ubicar las aplicaciones del negocio en la nube es utópico. Y la solución, ya que la misma razón que hace inviable al Cloud para su uso en de la sede central de una compañía con problemas de comunicaciones, lo hace imprescindible para sostener su crecimiento, sus delegaciones y fuerzas de ventas móviles, por ejemplo.

No vale para todo
Migrar a IaaS, en el caso de la infraestructura, o a SaaS en el caso de las aplicaciones tiene sus pros y sus contras. Si le decimos a un cliente que todo son pros, le estamos engañando directamente. Sin unas buenas comunicaciones, difícilmente una aplicación cliente/servidor dará el mismo rendimiento o el usuario tendrá las mismas sensaciones al usarla. Una aplicación hecha a medida, siempre estará hecha a medida. Y las posibilidades de personalización de un ERP o CRM nunca serán las mismas. A cambio de beneficiarnos de una economía de escala, y del resto de ventajas comentadas, hay que sacrificar un pequeño porcentaje de adaptación.

¿Reducción de costes?
Cloud siempre es más barato. Falso. Cloud siempre es más caro. Falso. El cambio de modelo implica un cambio de mentalidad a la hora de hacer comparaciones de costes. En muchos casos, el moverse desde el modelo tradicional al Cloud suele ser más económico, pero hay que tener en cuenta que casi siempre esa transición viene acompañada de un progreso tecnológico continuado para la compañía y de un gran número de nuevos servicios. Además, se suele cometer el error, muy frecuente, de comparar a la solución en la nube con los costes de adquisición, olvidando así todos los costes de mantenimiento, operativa y explotación asociados.

IaaS versus Cloud
¿Y respecto a las infraestructuras? Para empezar, hay que tener en cuenta que cuando una compañía piensa en mover sus infraestructuras al Cloud, está pensando casi siempre en un Cloud Privado. Traduciendo: lo mismo que tengo en mi casa, pero fuera y con todas las ventajas del Cloud. Sin embargo, y bajo el modelo de pago por uso se pueden proporcionar Infraestructuras gestionadas y personalizadas, o Infraestructuras bajo autoservicio, con una filosofía mucho más Cloud, aunque con menor capacidad de integración de entornos mixtos. La panacea tecnológica es Cloud puro. La realidad, en un país donde el 99% de las empresas son Pymes, es que el mercado a día de hoy precisa más de IaaS.

Pérdida de control
Hay  que dejar muy claro a nuestros clientes que, bajo IaaS (o VaS o SaaS), no se produce en traspaso de poderes al proveedor, sino únicamente un cambio en el modelo de compra y prestación del servicio. El cliente puede seguir administrando y teniendo el control de sus infraestructuras, o no, dependiendo de sus intereses. Llegamos para asumir sus necesidades, para hacer nuestros sus problemas, para proporcionarle servicio, y no para reemplazarle o asumir sus funciones. En resumen, para hacer su vida más fácil.

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