Empresa

Mercuriana consultoría tecnológica, SL

Mercuriana nació en Septiembre del año 2007, con la voluntad de dedicar nuestro trabajo y la experiencia que habíamos adquirido en toda nuestra trayectoria profesional hasta ese momento, a ofrecer soluciones innovadoras que ayudaran a nuestros clientes.

Deseábamos facilitarles su esfuerzo, establecer con ellos una respetuosa y natural comunicación de trabajo, y que todo eso nos ayudara a avanzar juntos hacia objetivos mejores, habiendo transitado por los caminos adecuados.

En 2007 era bastante más complicado que ahora pensar que una empresa iba a llevar su informática fuera de sus instalaciones. Actualmente es mucho más fácil, hemos superado poco a poco los miedos relacionados con la inseguridad o el temor a desprendernos de ese hardware que es tan importante para nuestras empresas, y que también, tantos quebraderos de cabeza nos da cuando lo tenemos que que ubicar y mantener en nuestras propias oficinas y con el personal técnico más adecuado en cada momento.

A día de hoy el Cloud se ha propagado velozmente, pero quizás entre todos no hemos sabido transmitir correctamente todo lo que supone. Para Mercuriana el camino más real de acceso al Cloud son los servicios IaaS de infraestructura en Internet. Empezar a entender la tecnología como la electricidad o el teléfono, donde pagamos una cuota por un servicio, pero no necesitamos montar una central eléctrica o telefónica, en una habitación dentro de nuestra propia oficina.

Empezar a disponer de una infraestructura IaaS, utilizar buenas soluciones SaaS, llegar a ofrecer plataformas de valor añadido con nubes privadas y acercarnos al datacenter virtual. Y fundamentarlo todo en que las empresas paguen solo por su necesidad inmediata, y que cuando nuestro servicio ya no les aporte valor, sigan otro camino que les permita seguir creciendo.

Esta es nuestra reflexión de la tecnología pero no es invariable, hay un poema de Leonard Cohen llamado Anthem que dice: “hay una grieta en casi todo, así es como la luz entra”. Es una buena decisión prestar siempre atención a las “grietas”, y aprovecharnos de su luz.

Barcelona, Septiembre del año 2010